180 equipos disputaron del 2 al 10 de diciembre una 18ª edición marcada por la dureza del recorrido y la recuperación de la normalidad tras tres años de pandemia.

La 18ª edición de la Maroc Challenge ha respondido a las expectativas que había generado a los 180 equipos participantes –la inscripción más numerosa de la historia- y la prueba, difícil, dura y muy exigente desde el primer kilómetro, se convirtió en una emocionante aventura. La majestuosidad de los paisajes, muchos inéditos y unas pistas para disfrutar al máximo de la conducción, motivaron que el regreso a Marruecos tras tres años de ausencia se convirtiera en inolvidable.

Además de hacer frente a las propias dificultades de la Maroc hubo que luchar contra los elementos, el cansancio acumulado a lo largo de seis largas etapas, un itinerario tan variado como riguroso y, finalmente, la tormenta de arena que arreció la noche del campamento de Tendrara. El desafío fue total.

Cruzar el estrecho de día desde Almería obligó a realizar el largo enlace hasta Midelt de noche y la primera etapa arrancó desde el corazón del Atlas casi sin poder dormir. La dureza y longitud de las etapas ya se dejó entrever el primer día, que lejos de ser un prólogo tuvo 412 kilómetros hasta Erfoud. La combinación de pistas rápidas con zonas pedregosas y arena ya se hizo patente. Los vehículos de la categoría Raid ya tuvieron su bautismo de dunas poco antes de la llegada, empezándose a marcar las diferencias.

UN RECORRIDO EXIGENTE

En Erfoud empezó el baile de arena para todas las categorías, cruzando en la segunda etapa las dunas del Erg Chebbi y del Erg Ouzina en un itinerario adaptado a cada una de las categorías. Se llegó a Zagora después de un ritmo frenético. Sin tiempo para descansar, en la tercera etapa se disputó un bucle para disfrutar de la magnitud del Erg Chegaga y la majestuosidad del lago Iriki.

De vuelta a Erfoud no decayó ni el ritmo ni las dificultades, acumulándose la fatiga en las máquinas y participantes. Se había cruzado el ecuador de la contienda y todo permanecía abierto. El Plateau de Rekkam, que se cruzó de camino a Tendrara, fue otro de los puntos remarcables de esta 18ª edición en una etapa que los participantes de la categoría Raid disfrutaron de las últimas dunas y en la que todos tuvieron que hacer frente a unas pistas rotas por las fuertes lluvias y que requerían la máxima atención.

En Tendrara el campamento vivió una agitada tarde/noche al verse azotado por una vigorosa tormenta de arena que, sin embargo, no impidió que el viernes 9 se celebrara la última etapa. El último sector cambió el habitual track de seguimiento por los waypoints que había que pisar para no penalizar y en la que los participantes también mostraron una gran destreza.

Saïdia fue el punto final del rally y el sábado 10 por la mañana se realizó el reparto de premios junto a la playa y así concluir, de forma brillante, una edición que significó el regreso a Marruecos tras el obligado paréntesis de tres años por la pandemia.

Por último, hay que remarcar que los vencedores de las diez diferentes categorías fueron los equipos:

MYMSA (Raid), Facking Portuguese (Adventure TT3), Automóviles M.A. (Adventure TT2), Grao Racers (Adventure TT1), Rally Sierra de Gata (Adventure SUV), Tronquet 71 Portal de la Marina (Adventure Rookie), Pilotes per un Somriure GTR (Adventure C4), Rofman 4×4 (Adventure C3), Fulgen First (Adventure C2) y On the Road Again 03 (Adventure C1).